viernes, 8 de abril de 2016

De visita por los templos de Kioto

Ya habrán escuchado que en Kioto hay tantos templos y santuarios que si quisieras visitarlos todos, no acabarías en años. Bueno, pues yo hasta hace poco ni siquiera había comenzado el reto. Obviamente había visitado los más populares y turísticos, pero por un tiempo no tuve mucho interés en ir a ver templos llenos de gente... hasta que descubrí la maravilla de salir de los caminos principales e ir a los templos que no estaban llenos de gente! Jajaja estoy segura que suena como el comentario más tonto y obvio del universo, pero cuando te enfocas en el día a día al vivir en un lugar, muchas veces se te olvida que hay muchas más cosas que hacer que ir a la escuela y al café a estudiar (bueno, bueno, y a cenar con amigos, que tampoco me la pasé estudiando todo el tiempo).

Así que desde hace unos días que estoy graduada, libre y sin compromisos, he estado tratando de vagar lo más posible por la ciudad. Esto culminó hoy que visité como 4 templos y santuarios en la montaña Uryuyama, y esto sólo en la tarde jaja. La verdad me encanta el noreste de Kioto, las montañas y todas las casas y templos que están en ellas, se sienten tan vivas, es como entrar en un bosque de Ghibli, esperando que salgan los pequeños kodama a saludar.

Hoy visité:

-El templo Manshuin, que aunque no puedo negar que está muy lindo, tiene una atmósfera algo pesada, estoy segura que ahí sale el fantasma de la pintura que tienen al final del recorrido jaja.


-El templo Enkoji, que tiene un cementerio bastante grande y aún así se siente mucho más ligera la atmósfera que en Manshuin. En lo personal me encantó, y tiene una vista preciosa de la ciudad ya que está en la montaña.


-El santuario Hachidai, que es chiquito pero bonito. Parece estar dedicado al dios inari, que es el dios Zorro.


-El templo Tanukidanisan Fudoin, que es uno de los templos que más me ha gustado hasta ahora. Es silencioso ya que está en la montaña, pero no es un punto muy turístico. Y como está dedicado al dios (?) tanuki (mapache) hay montones y montones de figuritas de mapaches que te reciben y te acompañan todo el camino hasta el templo, que está después de muchos escalones (250, para  ser exactos). Después de todos esos escalones hay también un trayecto para hacer hiking, pero como fui muy tarde y no preparada, decidí no arriesgarme en la noche yo sola jaja


Que por cierto, todos estos lugares, al estar en la montaña, son aún más bonitos en otoño ;)

En estos días antes de entrar a trabajar haré lo posible por seguir visitando lugares lindos, así que les sigo informando :)

*Las fotos no son mías.

Se acabó el primer año!


En marzo se acabó el año escolar, y con él mi aventura con KICL. Tuve tantas aventuras y experiencias que no me arrepiento ni un poquito, y sobretodo no puedo dejar de recomendar la escuela, que, aunque con sus defectos, me parece una escuela de lo más completa y productiva. Uno no va a KICL si lo que quiere es sólo divertirse, ya que son bastante estrictos, tanto con la asistencia como con calificaciones, pero yo creo que uno aprende como en ningún otro lugar si le sabe sacar provecho.

De cualquier manera, el lazo no se acaba, ya que aún hablo con el personal de las oficinas, y justo hace un par de días me pidieron ayuda para traducir la orientación a los nuevos alumnos (¡Tenemos 4 nuevos mexicanos este semestre!), así que de algún modo la aventura continúa :)
Para el día de la graduación vestí (¡por supuesto!) kimono con hakama, aunque en la escuela no te consideran graduado a menos que termines avanzado 2, yo, que salí de avanzado 1, me tomé la libertad de vestirme como tal. Lo normal es que se use un kimono Furisode (de mangas largas) con Andon hakama (Falda formal), pero como yo ya no puedo usar furisode, me puse sólo un komon de yabane (motivo de flechas) para darle un toque Taisho. Hubo otras chicas que también usaron kimonos de graduación y se veían super lindas!

De todos modos, la aventura no se acaba aquí, ya que hoy recibí mi visa de trabajo. A partir del 19 de abril estaré trabajando en una empresa de renta de kimonos. Todavía tengo mucho camino que recorrer y muchísimas cosas que aprender, pero siento que es un buen inicio.