viernes, 3 de junio de 2016

kimono formal, de gala y para té

Notas sobre el kimono.

“Koromogae”, una etiqueta para el cambio de estaciones.
En el kimono existe, desde el pasado, el “koromogae”, una etiqueta en cuanto al cambio de estaciones. Actualmente, uno viste como guste adaptándose a la temporada y a las características del lugar donde vive, pero el koromogae es un estándar único. Aunque el kimono casual sea libre, cuando se va aunque sea un poco formal o en eventos sociales, es necesario llevar la vestimenta adecuada. Saber esto, es parte de vestir apropiadamente, por lo que en este libro trataremos de perfeccionar los conocimientos de éste camino.

En el koromogae actual, durante el mes de mayo, se utiliza el kimono awase (con forro) y en cuanto cambia al mes de junio, pasamos a utilizar kimono hitoe (sin forro). El kimono hitoe está hecho con los mismos tejidos que el awase, pero se diferencía por no llevar forro, y tener estampados y colores más veraniegos. Sin embargo, a pesar de que el cambio a hitoe se realiza en junio, debido a que desde finales de mayo el sol es más fuerte, hay mucha gente que comienza éste cambio más temprano.

Durante julio y agosto se utilizan las telas llamadas “usumono”, que son semi-transparentes, tales como ro o sha, que son teñidas, o monsha, jofu/asa (cáñamo), natsuoshima, que son tejidos tan delgados que se transparentan. En cuanto al obi, se utilizan tejidos como ro, ro tsudure, sha, ra, u otras telas para verano para combinar con el kimono.

En septiembre, al igual que en junio, se utiliza kimono hitoe. Al inicio del verano, se dice que es más elegante utilizar ciertas prendas un poco antes de que comience la temporada apropiada, pero en el caso del otoño el hitoe no se utiliza hasta que comienza septiembre.


Desde el primero de octubre, cambia de nuevo a awase, y es tradición que se use hasta mayo del año siguiente. Cuando se va a una ceremonia de té o algún evento formal, el koromogae debe respetarse, pero para salidas personales o casuales, es bueno basarse en la temperatura de ese día para elegir nuestro atuendo.

jueves, 2 de junio de 2016

kimono formal, de gala y para té

Como proyecto personal, he decidido traducir este libro de kimono, principalmente como práctica para mí misma como traductora que quiero ser, pero también para compartir los interesantes contenidos de un libro para kimono que podría servirles.

Les dejo por lo pronto la introducción del libro, e iré subiendo más capítulos conforme los vaya traduciendo.



Prefacio

El kimono es la indumentaria tradicional japonesa, y sin embargo, se ve cada vez menos su figura en las calles. Pareciera que cuando se ve alguien usando kimono, son siempre mujeres que se dirigen a una ceremonia de té.

Al contrario de esta imágen, son populares en las bodas el shiromuku y el uchikake, durante la ceremonia de mayoría de edad, son muchas las chicas que visten furisode, y al parecer, año con año aumenta la cantidad de jóvenes que salen en yukata a ver los fuegos artificiales durante los festivales de verano.

Definitivamente, creo que los japoneses esperan con ansias usar kimono en ocasiones especiales. El kimono es, y siempre ha sido, una prenda que, en cuanto más especial sea la ocasión con más ímpetu desea usarse. En especial para las personas mayores o estudiantes de té cuando quieren mostrar su buen gusto. Si las personas mayores que conocen a la perfección del tema enseñan a los jóvenes, este conocimiento podría pasar a la siguiente generación.

El kimono parece no ir con la moda; cambia y se ajusta a la época. Yo he tenido la fortuna de convivir con el kimono a través de la épocas Taisho, Showa y Heisei, por lo que creo que es mi misión transmitirles estos cambios. Por favor valoren una de las prendas tradicionales de la cultura japonesa.

El kimono, una vez que se ha ajustado a tu cuerpo, solo queda disfrutar de combinar el kimono, el obi y los accesorios, que se pueden vestir de una gran variedad de maneras diferentes. Espero que con este libro, puedan aprender las maneras de vestir el kimono apropiadamente.

viernes, 8 de abril de 2016

De visita por los templos de Kioto

Ya habrán escuchado que en Kioto hay tantos templos y santuarios que si quisieras visitarlos todos, no acabarías en años. Bueno, pues yo hasta hace poco ni siquiera había comenzado el reto. Obviamente había visitado los más populares y turísticos, pero por un tiempo no tuve mucho interés en ir a ver templos llenos de gente... hasta que descubrí la maravilla de salir de los caminos principales e ir a los templos que no estaban llenos de gente! Jajaja estoy segura que suena como el comentario más tonto y obvio del universo, pero cuando te enfocas en el día a día al vivir en un lugar, muchas veces se te olvida que hay muchas más cosas que hacer que ir a la escuela y al café a estudiar (bueno, bueno, y a cenar con amigos, que tampoco me la pasé estudiando todo el tiempo).

Así que desde hace unos días que estoy graduada, libre y sin compromisos, he estado tratando de vagar lo más posible por la ciudad. Esto culminó hoy que visité como 4 templos y santuarios en la montaña Uryuyama, y esto sólo en la tarde jaja. La verdad me encanta el noreste de Kioto, las montañas y todas las casas y templos que están en ellas, se sienten tan vivas, es como entrar en un bosque de Ghibli, esperando que salgan los pequeños kodama a saludar.

Hoy visité:

-El templo Manshuin, que aunque no puedo negar que está muy lindo, tiene una atmósfera algo pesada, estoy segura que ahí sale el fantasma de la pintura que tienen al final del recorrido jaja.


-El templo Enkoji, que tiene un cementerio bastante grande y aún así se siente mucho más ligera la atmósfera que en Manshuin. En lo personal me encantó, y tiene una vista preciosa de la ciudad ya que está en la montaña.


-El santuario Hachidai, que es chiquito pero bonito. Parece estar dedicado al dios inari, que es el dios Zorro.


-El templo Tanukidanisan Fudoin, que es uno de los templos que más me ha gustado hasta ahora. Es silencioso ya que está en la montaña, pero no es un punto muy turístico. Y como está dedicado al dios (?) tanuki (mapache) hay montones y montones de figuritas de mapaches que te reciben y te acompañan todo el camino hasta el templo, que está después de muchos escalones (250, para  ser exactos). Después de todos esos escalones hay también un trayecto para hacer hiking, pero como fui muy tarde y no preparada, decidí no arriesgarme en la noche yo sola jaja


Que por cierto, todos estos lugares, al estar en la montaña, son aún más bonitos en otoño ;)

En estos días antes de entrar a trabajar haré lo posible por seguir visitando lugares lindos, así que les sigo informando :)

*Las fotos no son mías.

Se acabó el primer año!


En marzo se acabó el año escolar, y con él mi aventura con KICL. Tuve tantas aventuras y experiencias que no me arrepiento ni un poquito, y sobretodo no puedo dejar de recomendar la escuela, que, aunque con sus defectos, me parece una escuela de lo más completa y productiva. Uno no va a KICL si lo que quiere es sólo divertirse, ya que son bastante estrictos, tanto con la asistencia como con calificaciones, pero yo creo que uno aprende como en ningún otro lugar si le sabe sacar provecho.

De cualquier manera, el lazo no se acaba, ya que aún hablo con el personal de las oficinas, y justo hace un par de días me pidieron ayuda para traducir la orientación a los nuevos alumnos (¡Tenemos 4 nuevos mexicanos este semestre!), así que de algún modo la aventura continúa :)
Para el día de la graduación vestí (¡por supuesto!) kimono con hakama, aunque en la escuela no te consideran graduado a menos que termines avanzado 2, yo, que salí de avanzado 1, me tomé la libertad de vestirme como tal. Lo normal es que se use un kimono Furisode (de mangas largas) con Andon hakama (Falda formal), pero como yo ya no puedo usar furisode, me puse sólo un komon de yabane (motivo de flechas) para darle un toque Taisho. Hubo otras chicas que también usaron kimonos de graduación y se veían super lindas!

De todos modos, la aventura no se acaba aquí, ya que hoy recibí mi visa de trabajo. A partir del 19 de abril estaré trabajando en una empresa de renta de kimonos. Todavía tengo mucho camino que recorrer y muchísimas cosas que aprender, pero siento que es un buen inicio.











miércoles, 2 de marzo de 2016

Nieve y ciruelos

El invierno es pesado en Kioto, a pesar de que todos dicen que es un “invierno cálido” el que estamos pasando. Para mí, que estoy acostumbrada a inviernos muy cortos e intermitentes (de mis bonitos días en Monterrey, en los que puedes pasar de menos de 10 grados a más de 30 de un día al otro, o hasta de la mañana a la noche), este invierno ha sido más que un deleite. Primero porque siempre me ha gustado el frío, que en este caso, al ser siempre constante, te permite perfectamente bien adaptarte a él gradualmente. Y segundo porque aquí hay algo que nunca antes había tenido en un invierno cualquiera en Monterrey: Nieve.









Por lo del “invierno cálido” este año no ha habido tanta nieve como en otros años, pero tuve la suerte de presenciar y disfrutar ya dos nevadas este año, una en enero, y la otra ayer. Hubo otra como en febrero, pero realmente no se acumuló. La primera fue genial, porque nevó un montón durante la noche y continuó nevando durante la mañana, por lo que en los recesos de la escuela los alumnos salíamos a jugar como niños. En la escuela hay muchos taiwaneses y tailandeses, por lo que era la primera vez viendo nevar para muchos.






Yo jugué guerras de nieve como si no hubiera un mañana y hasta que los maestros me metían casi a rastras al salón. También tengo la suerte de tener a mi amiga Chika, de Noruega, por lo que no solo me enseñó como se hace un mono de nieve, sino también como atrapar a alguien más pequeño que uno y básicamente embarrarle nieve en toda la cara. En este caso, por supuesto yo fui la pequeña con la cara embarrada de nieve...

La nevada de ayer no fue tan buena para jugar, porque la nieve que se acumuló durante la noche se derritió durante la mañana, pero al contrario de la vez pasada, siguió nevando intermitentemente durante todo el día. Por ello, aproveché la ocasión para hacer la visita obligada a Kitano Tenmangu (un santuario Shinto) que tenía planeada desde hace tanto para ver las flores de ciruelo, que ahorita justo están floreciendo en su punto más bonito.

La flor de ume (ciruelo) es uno de mis motivos favoritos en kimono y me encanta porque es la flor que marca el inicio de la primavera, cuando esta aún es fría como el invierno, y por eso es considerada como un símbolo de fortaleza. Por esto mismo, ver las flores de ume junto con la nieve era algo que me ilusionaba mucho y no pude desaprovechar la oportunidad en este invierno cálido que de por sí ya se está acercando a su fin.










Ver las flores no es gratis (a menos que tengas contactos, muajaja) hay que pagar boleto para pasar al área que tiene la mayor cantidad de árboles de ciruelo en el santuario, pero como premio se tiene el derecho de pasar a un área techada con bancas dónde te regalan té y dulces. En esta ocasión, por ser el festival de ume, el té que te daban era también de ciruelo. Aunque cuidado, que el sabor a ciruelo aquí es más como sabor a ume-boshi (producto resultante de poner el fruto del ciruelo en conserva y que tiene un sabor salado-ácido y muy muy delicioso), por lo que el té tampoco era precisamente dulce.







Hasta ahora Japón me ha deleitado con todas sus estaciones (aunque sigo sin ser muy fan del verano) por lo que si alguna vez piensan que deben esperar a la primavera o al otoño para venir, cuando todo el mundo está pensando lo mismo y los hoteles se llenan a reventar, mejor piensen en qué otras cosas pueden hacer en la temporada en la que vengan, que siempre hay mil cosas interesantes que ver :)

martes, 15 de septiembre de 2015

Vacaciones


No había querido escribir porque como que me ganaba el sentimiento jaja pero ya que estoy en esto, pues de una vez.

Durante las vacaciones de verano tuve la visita más agradable del universo, y es que no sólo vino mi mami, la persona más amorosa y bella del universo, sino que vino acompañada de mi hermanito, que aunque es muy inquieto, es genial y super divertido estar con él. No puedo negar que fue super cansado, ya que tuve que ir hasta Tokyo... ¡2 veces! y hacerla de intérprete y guía turística todo el tiempo, pero por verlos, valió la pena el cansancio.

Cuando llegaron los recibí en Tokyo y aprovechamos para estar de visita por ahí toda la primera semana, incluyendo ahí los paseos a Nikko y Kamakura. Después nos transportamos a Kyoto y estuvimos por otra semana, paseando por Osaka, Nara y Kobe, para terminar el viaje en Hiroshima antes de regresar a Tokyo para tomar el viaje de regreso. ¡Y qué viaje de regreso! No le digan a nadie, pero casi literalmente se escucharon los tres corazones rompiéndose al momento de despedirnos...


Total, que el viaje a Tokyo fue muy divertido porque todos conocimos cosas nuevas. Yo casi no conocía la ciudad, por lo que al principio batallé un poco en ubicarme y llevar a todos sanos y salvos a todos lados, pero luego de sólo uno o dos días, Max (mi hermano) comenzó a aprenderse los nombres y las líneas de todos los trayectos, por lo que me facilitó muchísimo el trabajo de transportarnos. (Y me acaban de dar la noticia de que le gustó tanto el viaje que ya entró a clases de japonés! Soy una hermana cuervo, y me siento más que orgullosa!)

Creo que de lo más divertido de todo, fue mostrarles la deliciosa comida que hay por acá y ver que en efecto, a ellos también les gustó :´)





Aunque mostrarles no sólo la comida, sino también las tradiciones de Japón fue un deleite para mi :)



Lo único que me faltó fue más tiempo a solas con mi mami, ya que así en grupo (ya que también vino una amiga de ella) era difícil tener estas agradables pláticas con ella como solíamos tener antes, pero igual durante los trayectos en tren pudimos platicar un poco varias veces, así que con eso me conformo.


A comparación de la montaña rusa sentimental que fueron las vacaciones de verano, las de otoño parece que serán bastante tranquilas, solo marcadas con la mudanza de todos mis amigos de dormitorio (;_;) y la despedida de buena parte de la gente de mi salón que se va a su país o por lo menos de la escuela. Pero espero que estén llenas de nuevas experiencias :D